Cuando uno se pasea por el taller de Juan Núñez Tenorio, descubre un sinfín de piezas únicas e irrepetibles; objetos torneados con el mimo del artesano y la técnica acumulada por cuatro generaciones de alfareros. Y eso justamente era lo que buscaban los restauradores de la iglesia románica de San Salvador de Valdediós, más conocida como ‘El Conventín’.
No es de extrañar, por tanto, que hayan venido desde Asturias hasta la localidad jiennense de Bailén con el fin de conseguir las mejores tejas para cubrir este tesoro artístico de finales del siglo X.
«Nos dedicamos a hacer piezas de cerámica de todo tipo», explica a ELMUNDO.es de Andalucía el artesano, cuyas manos –con ayuda de los otros tres torneros que trabajan en el taller, que cuenta con seis trabajadores– han moldeado las 3.600 tégulas romanas que componen la nueva techumbre del monumento, un todo perfectamente armónico en el que cada teja, plana o curva, encaja a la perfección con sus vecinas.
«Nos trajeron una teja para ver si podíamos hacerla lo más parecido posible. Hicimos en escayola primero unos prototipos, para sacar las medidas y estudiar la forma de hacerlo». Un proceso en el que contaron el apoyo del Centro Tecnológico de la Cerámica Innovarcilla, apunta Juan Nuñez.